5 consejos para tener pies bonitos y sanos

5 consejos para tener pies bonitos y sanos

Llevamos todo el invierno utilizando botas, calcetines y zapato cerrado que, todo hay que decirlo, tienen la ventaja de no tener que preocuparnos mucho por el aspecto de nuestros pies. Pero llega el verano, desempolvamos las sandalias y nadie quiere lucir talones agrietados ni uñas apagadas. Por eso, vamos a darte 5 consejos para tener pies bonitos y sanos este verano. ¡Sigue leyendo!

A menudo no valoramos lo suficiente nuestros pies. No sólo soportan diariamente todo el peso del cuerpo, si no que además poseen una sensibilidad única. Párate a pensarlo, ¿cuántas veces has sentido frío, calor, cansancio o dolor en alguna parte del pie?

Si quieres unos pies bonitos, el primer paso tiene que ser tener unos pies sanos. ¿Por qué?

Sin una rutina de cuidado correcta, tus pies pueden acusar diferentes dolencias que influirán en su mal aspecto. Por ejemplo, pasar muchas horas sentada o de pie puede causar mala circulación y provocar que se te hinchen los pies y los tobillos.

Tener pies bonitos

No debes subestimar nunca el cuidado que requieren tus pies. Lo cierto es que pueden padecer muchos achaques, pero prevenirlos es mucho más fácil de lo que piensas. ¡Te contamos cómo!

1- Limpieza delicada:

Lo más importante de la higiene de tus pies es centrar tu atención entre los dedos. En los pliegues se suele acumular la suciedad, pero también la humedad.

Precisamente para evitar esa humedad, es muy importante secar tus pies delicadamente y a conciencia.

2- Cuidar las uñas:

Las uñas son la protección de los dedos. Por eso, más allá de lo estético, es esencial cortarlas de forma adecuada. Deben cortarse rectas, siempre que la propia uña lo permita y sin redondear las esquinas.

3- Evitar talones agrietados:

Esto sucede cuando la piel de la planta está tan seca que comienza a agrietarse. Por tanto, la hidratación es la mejor forma de prevención.

Los expertos recomiendan aplicarse cremas hidratantes o lociones, y acto seguido ponerse un calcetín fino que permita a la piel absorber los activos.

Evita también las duchas con agua muy caliente, porque potencian la sequedad.

4- Suavizar las durezas:

Las durezas o callos aparecen principalmente por un calzado poco adecuado para el pie. Pero tranquila, que no vamos a decirte que tires tus zapatos.

Prueba a utilizar plantillas que aporten confort y, en casa, utiliza piedras pómez para suavizar las durezas durante la ducha.

5- Favorecer circulación sanguínea:

Para evitar pies hinchados por mala circulación, te recomendamos que todos los días pases al menos 20 minutos con los pies en alto.

Esto no significa que tengas que hacer posturas incómodas o de yoga. Basta con que te tumbes en el sofá y coloques los pies en el reposa brazos, o contra la pared.

El objetivo es cambiar la postura para descongestionar la circulación.

Alternar calzado

Uno de los principales errores al cuidar nuestros pies es que solemos abusar del calzado incómodo.

Tienes que tenerlo muy claro: cualquier zapato de tacón o cuña alto, por muy cómodo que te pueda parecer, provocan importantes desajustes en tu cuerpo.

Los tacones altos desplazan los puntos de presión naturales del pie, cuya estructura está diseñada para ser horizontal. Al elevar el talón con un tacón, la presión se desplaza a la punta y se pisa de forma inclinada.

Esto provoca desajustes como que la rodilla y la cadera cambian su postura natural, lo que provoca que la espalda se curve y no se camine de forma recta; o que el músculo de la pierna se contraiga.

Por ello, tienes que alternar el calzado y evitar en la medida de lo posible llevar diariamente tacones altos.

 

Ya hemos dicho que los pies tienen una sensibilidad única. Gracias a ello también son una de las partes del cuerpo más agradecidas de ser cuidadas.

Gestos tan simples como un masaje o cuidarlos un poco todos los días se traducirá en unos pies cada vez más sanos y más bonitos.

 

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